Otra vez tenemos un descenso largísimo hasta el pie del último puerto, pero estas cosas a veces son inevitables. El ritmo desde el inicio, frenético, etapa para corredores explosivos, ojo se puede atacar de inicio y aguantar hasta la meta. Pregúntenle a Rijs en el 96.
La leyenda dice que el que se viste de líder aquí y ha ganado al menos una cronometrada, gana el Tour. ¿Contara la crono por equipos?
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