miércoles, 28 de marzo de 2012

Tour de Flandes 2012

Mi dominio de internet es limitado. Mi conocimiento del idioma flamenco nulo. Quizás ahí este la respuesta a porque llevo varios días buscando el perfil del Tour de Flandes 2012 y he sido incapaz de encontrarlo.


 El caso es que me interesaba mucho ponerlo, porque este año cambia sustancialmente. Después de 40 años la localidad que alberga la llegada es otra. Se cambia Meerbeke por Oudenarde. (La pela es la pela). Se suprime el legendario muro de Kapelmuur (500 metros y 9,3% de desnivel)a 7km de meta y el no tan exigente pero más próximo a la meta de Bosberg (980 metros y 5,8% de desnivel) a solo 4 km y en cambio se sube tres veces el muro de Oude-kawaremont (más largo 2200 metros y menos duro 4% de desnivel) y dos el muro de Paterberg (360 metros y 12,9% de desnivel y pavé) el más duro de todos los que hay en el recorrido, y la segunda vez es el último muro hasta la meta, la pena es que queda a 12 kilómetros de la llegada. Personalmente creo que será más difícil que alguien llegue en solitario.


Perdón, paro los no entendidos, un muro es una cuesta de mayor o menor entidad que ponen en el recorrido, pueden ser 500 metros de subida o diez kilómetros, puede tener un 3% de desnivel o un 17%, puede estar asfaltado o ser de pavé (piedra adoquinada). Obviamente cuanto más largo, más esfuerzo, a mayor desnivel, mayor esfuerzo, con peor suelo, mayor esfuerzo.


Pero sin duda, después de varias clásicas que ya se han disputado, (E3, Het Volk, Gent Wevelgem, etc), el Tour de Flandes es la primera de mis favoritas, superando ampliamente los 200 km (256 exactamente son los que componen el recorrido), y con 16 muros en su recorrido, tienes que ser algo más que un sprinter para poder ganarla. Y esa es la gracia, que no hay puertos que superar, solo pequeñas cuestas y zonas en las que se cambian la brea del suelo por los adoquines, y aun así es raro que se llegue al sprint. Y mucho más raro que el sprint lo disputen más de una docena.


La batalla se espera entre Cancellara y Boonen, este último en estado de gracia, aunque en una clásica nunca se puede asegurar que siempre gana el favorito.

 Je, je, al final encontré el perfil.

domingo, 18 de marzo de 2012

Milan San Remo. La Clasicisima.

Ya llego el verano, ya llego la fruta, y el que no se agache es un ...


Bueno lo que ha llegado en realidad es la primavera y con ella las clásicas de primavera, la primera se disputó ayer 294 km entre Milán, la ciudad más próspera de Italia y San Remo uno de los destinos turísticos del mediterráneo, y aunque es una de las carreras con más historia en el pelotón (103 años), no es de mis clásicas preferidas, ya que aunque dispone en los últimos 150 kilómetros de un perfil ondulado y en la parte final dos pequeñas tachuelas mundialmente conocidas como la Cipressa y el Poggio, es una clásica para sprinters, y yo prefiero ver carreras un poco más disputadas y menos controladas.
Obviamente es la favorita de los italianos, (junto con Lombardía que se disputa en octubre), pero a pesar de su monumental kilometraje y las pequeñas variaciones del recorrido que realiza la organización todos los años, buscando dar siempre emoción y espectáculo, es raro que no caiga en el zurrón de algún esprinter.


Pero lo mejor es que es la primera de los cinco monumentos ciclistas de la primavera.


Milan San Remo (17 de marzo)
Tour de Flandes (1 de abril)
París Roubaix (8 de abril)
Amstel Gold Race (15 de abril)
Lieja Baston Lieja (22 de abril)


También se disputan la Het Volk (4 de marzo y la primera del año con Pavé), la Gante Wevelgem(25 de marzo) y la Flecha Valona (18 de abril y única que termina en un repecho), y algunas más ya que se suelen disputar una entre semana y otra en fin de semana durante el mes de abril. 


Por cierto, ayer no ganó un sprinter, ya que en el descenso del Poggio se escaparon Nibali, Cancellara y Gerrans y lograron llegar a meta con 2 segundos de ventaja sobre el pelotón que encabezaba Peter Sagan. Oscar Freire en su más que probable última participación solo pudo finalizar séptimo.


Nibali era el que mejor bajaba de los tres, pero fue Cancellara el que demostró una enorme potencia he hizo todo el trabajo para mantener la escapada hasta la meta. El australiano Simon Gerrans solo dio un relevo. El último.
Y se llevo la victoria.




Felicidades Simons.