sábado, 28 de mayo de 2011

No hay dos sin tres...

Y empiezo a llegar al final de esta comparativa personal, entre Vuelta y Giro, Giro y Vuelta. empecemos por la carrera de casa. Tercera semana.


Martes 6 de septiembre. Palencia- Haro, etapa llana, tras la paliza de la semana anterior, día para ir tranquilo hasta el sprint, si las fugas lo permiten.


Miércoles 7 de septiembre. Último final en alto de la vuelta, además de la etapa más larga de la misma, casi la única que supera los 200 km. dos puertos de segunda por Cantabria, la Sía y Alisas, y final en el corto y muy duro Peña Cabarga. El largo kilometraje y el final explosivo hará mella en los corredores, y se puede decir que es el último día para buscar el podio, aunque a estas alturas estará todo el pescado vendido. El fin de fiesta será de 6 kilómetros al 9% de media, y con rampas del 10, 12, 14... Seguro que es una etapa bonita, aunque termine pesando poco en la general final.


Jueves 8 de septiembre. Entramos en tres días consecutivos con jornadas de media montaña, impregnadas de muchos puertos cortos y duros, con el deseado regreso de la Vuelta al País Vasco, desde donde prácticamente nació, y donde no había regresado por los asesinos de ETA. Más emotividad, y espectáculo, aunque la general ya esté sentenciada, eso si, el Euskatel-Euskadi dará mucha guerra. Estamos en el jueves, 170 km entre Solares y Noja. 4 puertos, 3 terceras, un segunda y un primera, curioso lo del puerto de Alisas, que según la vertiente, la organización lo califica de primera o de segunda. La cima del último puerto está a 20 km de la meta, y salvo desfallecimiento de algún líder, no debería de haber diferencias entre los primeros de la general. 2300 metros de desnivel acumulado.


Viernes 9 de septiembre. Final de etapa en Bilbao por primera vez en democracia. Etapa corta con 4 puertos   dos terceras y dos segundas, con circuito final en los alrededores de Bilbao. 1400 metros de desnivel acumulado y 157 km en total. Una fiesta para el pelotón, que regresa a una tierra que ama el ciclismo.


Sábado 10 de septiembre. La última oportunidad para intentarlo, antes del fin de fiesta en Madrid. 187 km, 2100 metros de desnivel con un par de puertos de primera. El puerto de Elosúa en el kilómetro 60 de la etapa. 7 kilómetros de longitud con un 7,73% de desnivel. Corto y duro en definitiva. Y el último primera de la carrera, el puerto de Urkiola, 5,7 km al 9,1 % de desnivel, más corto y más duro, además prácticamente no se desciende, y desde su cima a la meta quedan 47 km llanos. Quizás demasiado lejos para que pueda darse un vuelco a la general, pero seguro que la etapa con final en Vitoria es preciosa.


Domingo 10 de septiembre. Fin de fiesta. Etapa totalmente llana, con presumible final al sprint y entrega final de premios. El último día hay poco que contar.


Y ahora comparamos la última semana del Giro. 


El giro empieza con una cronoescalada de 12 km de la que la vuelta carece.
Dos etapas con finales complicados, puertos de segunda antes de alcanzar la meta por enmedio.
Un final de etapa en un puerto largo y tendido, de tercera categoría.
Y el sábado gran final de etapa en Sestriere después de subir la Finestre. Sestriere no es duro, pero la finestre son 19 km al 8,8% de desnivel. Además, la etapa es larguísima, 242 km en total, excesiva a estas alturas de Giro.
De postre el domingo se disputa en Milán la crono final de la carrera.


Entiendo que han buscado el espectáculo hasta el final, pero normalmente los corredores llegan reventados a la última semana y se suele correr más a no perder, que a ganar. Pero claramente esta última semana es más dura que la de la vuelta y más decisiva. Cronoescalada, crono individual llana y dos finales en alto en el Giro, por un final en alto en la vuelta.

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