Palabras de Mark Cavendish, el británico ganó la etapa con final en Marsella, en la primera vez que se celebra un sprint con todos los especialistas puros. Cavendish es el mejor. Tras el llegaron Boason Hagen, Sagan, Greipel, etc.
El recorrido era quebradizo, pero esta vez, los equipos de los sprinters no iban a dejar escapadas si sus velocistas se mantenían en el grupo y los puertos que se han pasado hoy no eran igual de duros que los de córcega.
La escapada del día, de esas consentidas, maratonianas y que mueren a pocos kilómetros de meta, entre el esfuerzo de los escapados y los cálculos del pelotón para que a la vez que los mantienen a una distancia fácil de recortar, no terminan de cazarlos para que no se produzcan nuevos intentos.
Sicard, Arashiro, Reza, De Gent, Delaplace y Lutsenko fueron los afortunados que la formaron, el único japones (Arashiro) y un francés de raza negra (Reza) eran lo más destacado, más por lo exótico que por las oportunidades reales de alcanzar la meta. A 5 km de meta eran alcanzados los cuatro últimos integrantes de la misma. (Sicard y Delaplace se habían quedado 45 km antes).
Y el líder repite, Simon Gerrans.
Por último los damnificados por las caídas, hubo dos, una en el último repecho y otra en el sprint final a 300 metros de la meta.
La primera caída ha sido a 16 km de meta y han estado entre los implicados, Vande Velde y Voeckler. La segunda caída ha sido ya en la recta final a meta y ha tenido peores consecuencias para algunos corredores, fractura de muñeca para Bouet, fractura de un dedo para Zubeldia, fractura de una costilla para Hesjedal, y contusiones para Van den Broeck en una rodilla, Quintana y Rolland entre otros.
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