viernes, 27 de mayo de 2016

Nibali gana en Risoul

Vida y muerte en el Giro de Italia.

Emoción, entrega, sacrificio, sufrimiento, extremo sufrimiento, injusticia. Y belleza, extrema belleza en el Giro 2016.

Y queda una etapa de montaña más. Durísima.

La cima Coppi 2016 en el Col del Agnello puso todo patas arriba.

La resurrección de Nibali.

El rosa de Chaves.

La carrera a contrapie de Valverde.

El abandono de Zakarin.

Y la caída y pundonor del líder caído Kruijswijk.

Enorme día de ciclismo.

160 kilómetros y dos puertos, no parecían que pudieran hacer tanto daño, aunque uno de los puertos fuera la cima Coppi 2016.
La etapa se planteaba como una primera parte de subida eterna al Agnello a más de 2700 metros, un descenso largo y la batalla final en Risoul. Por supuesto todos esperábamos ver a Nibali atacando cuesta abajo.

Valiente Chaves y su equipo al dinamitar la subida y doble valor por sus ataques sin mirar quien le sigue. En el primero flaquea Nibali que rápidamente fue recogido por Zakarin y Majka que enlazarnos con Chaves Kruijwijk y Valverde. En el segundo es Valverde el que se queda cortado con Majka, Uran y Zakarin. No parece importante, son 30 segundos en la cima y Valverde también es bueno bajando.

Por delante había una escapada, numerosa. Que iba dejando corredores por el camino, y que los corredores importantes de la general iban adelantando. Así se encontraron apoyos en el descenso, Majka, Valverde, Jungels, Nibali o Chaves.  Kruijwijk no tenía a nadie. Primer error.

El segundo error es de esas cosas que pasan en el ciclismo. De repente, caída y el trabajo de un año a la basura. En la cima del Agnello había mucha nieve, en algunos puntos la carretera cortaba una pared de nieve de dos metros a ambos lados. Kruijwijk chocó con una de esas paredes dando una espectacular vuelta de campana. Aún así, se recompone en segundos. Pero su bici no. Y unos kilómetros después tuvo que parar por segunda vez para cambiar de bici. Primero perdió 30 segundos. Después ya era un minuto. También tenía dos costillas fisuradas, aunque eso nadie lo sabía.

Y en todo ese tiempo, ningún compañero llego a su altura. A partir de ahí, fue una lucha desigual en la que no se hundió, pero en la que no podía ganar. Zakarin también beso suelo, pero en su caso se fue por una ladera sin nieve hasta romperse la clavícula junto a un arroyo. Una pena este final para el corredor ruso que ha demostrado tener valentía y un gran futuro por delante.

Por delante se volaba. Chaves y Nibali recogían corredores y compañeros de equipo de la escapada del día que tiraban de ellos, Valverde, Majka y Uran también, se movieron entre los 10 y los 30 segundos sin llegar nunca a contactar con el colombiano ni el italiano, se les escapaba el podio del Giro por poco.

Kruijwijk poco a poco fue perdiendo terreno hasta llegar a tres minutos a pie de Puerto en Risoul. Después la subida fue aún peor. Nibali dominó como se esperaba de el aunque ha tardado tres semanas justas en demostrarlo y cuando  todo parecía perdido se fue solo hacia la meta a 5 km. Chaves sufrió al final, pero se vistió de rosa. El fue el que atacó y rompió el grupo. Se lo merecía aunque al final no pudiera con Nibali.

Kruijwijk aguanto la tercera plaza del podio y Valverde ahora es cuarto a menos de dos minutos de Chaves. Los cuatro primeros en menos de 1:50. Y quedan 133 km 4 puertos y 4500 metros de desnivel acumulado.

Ahora parece que Chaves anda resfriado, Kruijwijk dolorido se plantea continuar y a Valverde los 2700 metros de la Bonnette no le sientan bien. La épica espera a Nibali para conseguir su segundo Giro. Ayer tras cruzar la meta rompió a llorar. Demasiada presión dentro de su equipo, con manager bocazas. Pero un niño de su escuela de ciclismo había fallecido recientemente. Para el fue la victoria al cruzar la meta.

Quedan dos etapas de Giro. Una de montaña. Que siga la fiesta.

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