El Giro empezó el sábado pasado con tres claros favoritos, a pesar que el cartel de promocional nos presenta a 7 grandes corredores, Samuel solo aspira a su etapa y el tercer escalón del podio, cuando el ganador este definido y los que también querían ganar se frustren y permitan escapadas de corredores de excesiva calidad, Basso al final no corre, un fonúnculo lo ha dejado fuera de juego y sinceramente ha perdido un punch con la edad que le vale para hacer top en el Giro pero no para ganarlo. Si me apuras ya no está ni para hacer podio, Evans es un veterano de mi quinta en el que tampoco tengo esperanzas de verlo entre los tres primeros de la general, se le pasó el arroz en las grandes vueltas, aunque sigue siendo un corredor de calidad para finales ratoneros, muy típicos en el Giro, y a Gesink siempre le falta un punto, y este año tampoco ha dado la impresión de ganarlo.
Asi que nos quedan solo tres corredores, Ryder Hesjedal vigente campeón y practicamente desaparecido en combate en 2013, hasta las clásicas de las Ardenas hace 20 días, que se ha preparado el Giro a conciencia. Lo mejor es que ha demostrado que sabe ganarlo, y es el único de los tres favoritos que lo ha hecho, lo peor es que lo del año anterior pareció más una victoria por sucesión de descartes que por dominación de la carrera.
El siguiente favorito es Vincenzo Nibali, el único que durante la presente temporada ha bajado los humos al equipo Sky, a Froome en Tirreno y a Wiggins en Trentino, y acumula dos podios en el Giro, uno en el Tour, y una victoria en la Vuelta, sin duda da la impresión de llegar pletórico a la carrera rosa, a su favor es que es el corredor especialista en ataques sorpresa y en aprovechar las debilidades de sus rivales, además es el corredor de la tierra, en contra que es inferior a sus otros dos rivales contra el crono y no parece excesivamente superior a ellos en la montaña.
Y por último el mega favorito, Bradley Wiggins, del equipo Sky, aunque mucha gente cuestiona si no es el equipo Sky el verdadero favorito de la carrera y contra el que tienen que luchar todos los corredores. Wiggins se presenta al Giro en plena forma a pesar de que al igual que Hesjedal se le ha visto muy poco este año 2013,(fue atropellado en noviembre de 2012 y retraso su preparación invernal), es su cuarta incursión en el Giro, la segunda como líder del equipo, aunque la primera en 2010 no le sirvió para obtener buenas rentas, en un año en el que solo gano una etapa en toda la temporada, precisamente en aquel Giro, por supuesto contra el crono. Su punto fuerte es la lucha contra el reloj y tiene mañana una etapa de 55 km para poner tierra de por medio ante sus rivales, pero lo que realmente apabulla al resto de corredores es su equipo. Lo peor es precisamente su equipo dependencia y su posible debilidad ante las emboscadas, (de hecho ya se ha dejado 17 segundos en una de ellas), ¿Será Wiggins un sucesor de Indurain o acabará siendo un puff en el Giro como lo fue Alex Zuelle?
El caso es que viendo el recorrido y los corredores me ha parecido que la victoria de Wiggo estaba tan clara que he salido corriendo a la calle, he entrado en una casa de apuestas y por primera vez en mi vida he apostado.
He apostado por Vincenzo Nibali, claro. De alguna manera tenía que mostrar mi rebeldía.
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