El final de meta eterno, con los ciclistas retorciéndose para alcanzar la meta.
Tiene menos kilómetros y menos dificultades orográficas que las otras dos clásicas de las Árdenas (Amstel domingo anterior y Lieja domingo posterior), pero tiene el final más duro de todas y ese último kilómetro, con los porcentajes mas duros según se acercan a meta es incomparable.
El muro de Huy dicta sentencia, y las escapadas tienen pocas opciones casi siempre, así que la colocación al llegar a la última subida y la elección del momento exacto para lanzar el ataque son casi más importantes que ser el más fuerte. Si atacas demasiado pronto y te cogen rueda serás sobrepasado en los últimos metros, si esperas demasiado, no tendrás espacio para recuperar, si entras mal colocado desgastarás tus fuerzas en remontar posiciones. Todo cuenta en un sprint perfecto.
Si Joaquim Rodriguez no se hubiera caído el domingo, sería el favorito número uno, pero después del golpe el favorito debería de ser el actual campeón del Mundo Philippe Gilbert. La sorpresa puede ser Nairo Quintana, que subiendo es buenísimo y viene de ganar en el País Vasco.
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