Richie Porte es australiano. Pero pasa los veranos en Montecarlo. Muy cerca del col D'Eze, final de la última etapa de la carrera ciclista París-Niza 2013. ¿Escogió Mónaco como paraíso fiscal? Mónaco es un buen lugar en Europa para entrenar y residir durante la temporada ciclista. Clima templado y equidistante entre España, Italia, Francia, Holanda y Bélgica, el centro neurálgico del ciclismo UCI profesional.
El domingo 11 de marzo pasado el señor Porte junto su motivación, su excelente momento de forma física y su conocimiento del terreno, por donde habitualmente se entrena, para sentenciar la París-Niza de este año.
Una carrera Hors-class. Pata negra para el palmares de cualquier ciclista profesional, y donde los grandes nombres del pelotón internacional no han hecho acto de presencia y donde las jóvenes promesas del pelotón internacional y los segundos espadas de los equipos del ProTour sacan la cabeza del caparazón y aprovechan para destacar.
Allí estaba en la cronoescalada Nairo Quintana, colombiano del equipo Movistar marcando durante muchos minutos el mejor tiempo de la etapa, superado en el cronometraje intermedio por media docena de corredores, pero imbatible en meta con unos últimos tres kilómetros fantásticos.
Y también estaba Adrian Talansky, el norteamericano del equipo Garmin jugándose la general y batiendo el tiempo del colombiano en el penúltimo momento.
Pero el mejor fue Richie Porte. Y lo ganó todo. Etapa y General.
Tasmania tiene a su campeón.
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